El día de los enamorados, "ETERNAMENTE ENCADENADOS" se paseo por Madrid. Os invito a tod@s a mi próxima visita a Barcelona el 23 de Abril, día de San Jordi.
Os confirmaré lugar y horario. Nos vemos.
Os dejo esta de Eternamente Encadenados... ¡Espero que os guste!
Dim golpeaba
con fuerza las puertas que le separaban de Risa en las profundidades
del edificio, enfadado por un nuevo rechazo. Sintió el tirón del sueño
pero no dejo que pudiera con él, su cuerpo pedía y necesitaba el cuerpo
que dormía al otro lado de aquellas puertas y ninguna puerta le dejaría
fuera y menos aún si ella tenía compañía.
Al final la
puerta cedió y una adormilada Risa sonrió sardónicamente desde su
acogedora cama antes de dejar salir su último aliento. Trancó con fuerza
la puerta y se tendió a su lado, con su último aliento solo pudo hacer
una promesa o una amenaza, según se entendiera.
-Con el próximo amanecer te diré quién pondrá las normas aquí.
Cuando la
noche aún no había caído Dim inspiró con fuerza su primer aliento pero
muy lejos de lo que solía ser cada noche. Su mente no se hallaba donde
siempre, solo podía sentir la fuerza de un deseo tan grande como su
hambre, y la certeza de que su cuerpo necesitaba poseerla ya. La
frustración que había ocupado completamente su último pensamiento seguía
ahí latente pero virulentamente creciendo dentro de él y revolviéndose
poderosamente mientras su cuerpo volvía a vivir.
Espero
pacientemente a que el primer aliento resonará y activará cada célula
del cuerpo de Risa, después se colocó encima de ella y esperó de nuevo a
que abriera los ojos para que fuera lo primero que vieran esa noche
porque era su dueño, su amo y ni siquiera ella podría negarlo.
-Hola Risa, creo que hay algo que debemos discutir. Me está molestando bastante esa ridícula costumbre de trancarme tú puerta.
Risa quería
dejar nacer la carcajada que luchaba por brotar en su garganta pero no
era el momento, ni el lugar y tenía que conseguir que la viera, pensó en
la humana que dormía por encima de ellos y sonrió; después de todo
quizás su plan no fuera tan descabellado. Puso acero en su voz y
deletreo despacio.
-Quí-ta-te de encima o te quitaré yo.
Dim creyó
oír mal pero vio la inequívoca determinación en su mirada y no pensaba
renunciar a lo que quería, no tenía por qué hacerlo, llevaba siglos
cogiendo aquello que deseaba y si quería jugar duro, lo harían.
-Preciosa tendrás que hacerlo tú porque yo quiero tu cuerpo y lo tendré.
Lo siguiente
que supo fue que estaba en el suelo y ella ya tenía una mano en el pomo
de la puerta. Había subestimado las fuerzas de su oponente y eso era
algo que jamás debías hacer si querías ganar siempre, así que uso otras
armas a su alcance.
-Si abres esa puerta ten por seguro que te tomaré en el pasillo delante de todo aquel que pasé.
Risa solo
volvió la mirada sin soltar el pomo, evaluando hasta qué punto sería
conveniente presionarle. Corría un calculado riesgo de que cumpliera su
amenaza pero quería respuestas, y esta era una oportunidad que no estaba
dispuesta a dejar pasar.
-Me quedaré
si contestas con la verdad a una pregunta y me gusta tú respuesta pero
si no aciertas en la respuesta, me iré y no me tomarás nunca más. No
creo que ni tú poseas a una mujer sin su consentimiento.
-Tú aún no
sabes de hasta dónde puedo llegar y te aseguro de que es mejor que no lo
hagas. No tienes ni idea de lo que soy capaz y de lo que no. Haz tu
pregunta.
¿Cómo podía
dudar de él hasta ese punto? Hasta ella sabía que el honor todavía vivía
en él, tan profundo cómo el corazón que se negaba a ver dentro de sí
mismo.
-¿Quieres un cuerpo, cualquier cuerpo o solo el mío? Piensa bien tu respuesta, quizás la vida de los dos dependa de ello.
Dim vio la
respuesta tan clara como el agua de una montaña que baja limpia, sin
mancha alguna. No pasaba nada si le decía que quería su cuerpo porque
era lo que siempre le había dado ¿Qué diferencia habría para ella? No le
importaba la diferencia, ella sería suya una vez más así que le dijo la
verdad que le pedía y negando tercamente la otra verdad que le
molestaba dando gritos en esa esquina de su conciencia que se negaba a
callarse.
-Te deseo a ti y solo a ti.
Ella solo
sonrió y le hizo una invitación que se apresuró a aceptar apresándola
contra la puerta. Por una vez su corazón latía sin tener que hacerlo y
le susurró con voz ronca y profunda:
-Pon tus manos contra la puerta y abre tus piernas, tu cuerpo es mío, ¿recuerdas?
Risa
escondió su sonrisa, le dio la espalda y obedeció, dejo que cogiera sus
caderas y las separará de la puerta, no la tocaba en ningún punto más y
sin embargo su pasión la rodeaba, la calentaba y la encendía. Por fin
la veía.
-Risa, no me niegues nunca más tú cuerpo, jamás nadie te hará sentirte como yo.
Eso era algo
en lo que ella estaba de acuerdo pero no se lo diría porque si no
lograba su amor, se iría y no miraría atrás, no se conformaría con nada
menos de a lo que tenía derecho. El sentido de la razón la abandonó
cuando sintió sus manos vagar por su cuerpo, desnudándola y a la vez
haciéndola arder.
-Sigue mis manos.
Trago saliva
cuando vio las manos de Dim tomando sus pechos, deslizando sus dedos
por sus aureolas y apretando sus erectos pezones mientras su boca se
deslizaba por su nuca dejando pequeños besos que humedecían su piel, y
su sexo se humedecía clamando por su atención. Intento acercar sus
caderas y rozarse contra su erección para tentarle y le diera lo que
necesitaba pero se retiró y le dio una orden tajante.
-¡Quieta!
Lo siento pero hasta aquí puedo regalaros, no quiero que me cierren el blog. Recordar que podéis conseguir el libro en cualquier Centro de Corte Inglés de España, solo tienen que pedirlo por teléfono al Centro de Gijón, que es donde está depositado.
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