sábado, 7 de octubre de 2017

MI VIDA SIN TI...7/10/2017 
Hoy hace seis años que mi vida, corazón y alma se rompieron. Quedaron destrozadas en aquella carretera delante de nuestra casa, un viernes a las ocho y diez de una mañana de llovizna fina del norte. Tu corazón se detuvo, y el mío comenzó a sufrir con cada latido que me mantiene viva.
Vivir, se volvió ese aciago día en una guerra sin cuartel, una batalla diaria y desoladora, que nunca gano, pues el pasado no puede ser cambiado. Pero que conquisto con cada sueño que reflejo en mis libros, con cada palabra de aliento que regalo, con cada sonrisa, y sobre todo, con cada gota de cariño que me empeño en dar a quien lo necesita o me lo pide.
Tú, ya no estás cuando me despierto cada mañana, cuando llego a casa, y cuando visito tu habitación envuelta en la oscuridad de la noche para dejarme llevar por las lágrimas, por todo lo que hemos perdido, por todo lo que pudo ser y no fue, ni será...Esa ausencia infinita es lo que me desgasta, la que me rompe en pedazos y sobre todo, lo que me produce un sufrimiento inhumano.
El tiempo pasa inexorable, pero no ayuda, hay días que siguen apuñalándome hasta dejarme sin respiración, y esa melancolía agotadora, siempre me acompaña. Vive escondida detrás de mis sonrisas, de ese firme caminar que destila una seguridad que se tambalea con cada paso, de mi paz y de esa dulzura que destilo sin poder evitarlo, mientras me desangro por dentro.
Está incansable guerrera en la que me he convertido sin quererlo, se recubre de una hermética armadura que protege un interior frágil y quebradizo, y le planto cara con fiereza a cada día que vivo sin ti.
El amor por los que los dos amamos, me mantiene en marcha, siempre en movimiento, luchando y viviendo. Ellos y tú, sois mis alas, mi aliento y mi fuerza imparable.
Al perderte, tome la decisión de seguir viviendo con fuerza, sin dejarme vencer por la muerte, porque aquellos que amamos merecen vivir con plenitud, cumpliendo sus sueños y sobre todo, estando a su lado y acompañándoles con cada gota de aliento y amor sin límites que puedo ofrecerles.
No me arrepiento de esa decisión, moriría cada día solo para que fuerais felices, pero mañana descansaré, hay días que vivirte se me vuelve insoportable.
El dolor nos vuelve un poquito menos mortales y un poco más divinos, pues nada puede quebrarte con la misma fuerza que la muerte de un hijo.
La atroz lucha sin cuartel que comenzó cuando te fuiste, solo se gana, viviendo y amando por encima de todo. La muerte solo es derrotada con el amor que te tenemos:
Porque aquellos que te amamos, lo haremos por siempre ❤️❤️


No hay comentarios:

Publicar un comentario