Hoy van a ser especiales, porque quizás es la noche de sillas vacías y corazones llenos. De recuerdos hermosos, sonrisas llenas de tristeza y lágrimas deslizándose por el alma. Y a la vez un amor sin límite entre los que están a esas mesas, que conquista las mismas estrellas.
Siempre digo a mis chicas (las mamas que hemos perdido parte de lo que nos daba la vida) que hay puntos positivos en todo...solo hay que saber verlos;
1º No somos pobres madres que han perdido sus hijos...somos mujeres, madres afortunadas que les hemos tenido, amado, sentido y disfrutado de un regalo sin precio...un periodo más corto o más largo.
2º Vivimos con un corazón roto, pero que ama con cada cachito con la intensidad del amor más furioso y apasionado, y que tiene el poder de entender la vida de una forma especial...ya no nos dejamos arrastrar, ni hundir por cosas banales y estúpidas.
3º JAMÁS...pierdes nada, porque el amor siempre fluye en ambas direcciones...logramos lo que pocos mortales logran, vivir con los pies en la Tierra y el corazón rozando el Cielo.
4º Desaparece de nuestra vida el miedo a lo que dirán, y somos mucho, muchísimo más fieles a nuestra propía forma de ser.
5º Entendemos como NADIE...lo efímera, frágil y hermosa que es la vida, lo muchísimo que amamos y no dejamos de decirlo y apreciarlo...nunca sabes cuándo será el último te quiero, un simple y suave beso, o una despedida cariñosa.
6º Desaparece el miedo a la muerte, a sentirnos solos porque ya nunca nos dejan, siempre viven en nuestra mente, alma y corazón, y ni siquiera la señora de la guadaña, la última reina señora de la vida...puede quitarnos eso.
7º Perdemos "amigos", "familia" en los que confiábamos y queríamos que se fueron cuando lo peor llego...pero, hemos descubierto algo que casi nadie logra saber en su vida...que amigos tienen un valor ilimitado, y sobre todo, hemos ganado otros, que siempre llegan en lo peor y se quedan.
8º Nos acompaña para siempre una amiga al principio incómoda...la que nadie quiere, pero la que mejor nos entiende, esa tristeza infinita que nos rompe...y que a la vez, lo gra que sonríamos con esas sonrisas débiles, pero infinitamente hermosas...porque sin llegar a réir...contienen el amor más puro, el de una madre por sus hijos.
Por todo esto, porque mi hija vendrá a cenar con nosotros, porque quiero y extraño hasta el dolor más desgarrador a mi hijo Humberto....pero quiero hasta la locura más exquisita a mi hija Elena....Feliz Nochebuena...disfrutar hasta el delirio de los que amáis.
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