sábado, 6 de octubre de 2018

7 DE 7…NUESTRA ISLA

Hoy se cumplen 7 años, de aquella maldita mañana cenicienta de un 7 de Oct. Que me dejo sin ti.
El día que te fuiste de esta Tierra, cree una isla mágica donde solo estamos tú y yo. Ese vacío que otros sienten, jamás me ha enfriado, ni tocado el corazón, pues se quedó lleno de ti, del amor que nos tuvimos, del amor que nunca muere, se enfría o destiñe, de esa sensación eterna y cálida que siempre me acompaña.
Primero, para lograr sobrevivir a tu devastadora ausencia, la llené de nuestros mejores momentos, que fueron millones y nunca suficientes, en esos escasos dieciséis años maravillosos.
Después, comencé a llenarla con un esfuerzo hercúleo, de esos efímeros instantes perfectos, que logré vivir en cada tenebroso día sin ti. Vertí, miles, millones de caricias, besos, palabras y sentimientos que me ahogaban entre lágrimas no vertidas, y sonrisas perdidas, en las noches más oscuras y solitarias.
En esa isla deposito cada segundo que debimos vivir juntos…Los sueños que se quedaron sin cumplir, los proyectos que planeábamos una tarde antes, los amores que te rondaban, los éxitos alrededor de un balón y en lo que más amabas. Las conversaciones en las que solo hablo yo, pero en las que te siento asentir o disentir. Mis ínfimos éxitos logrados con los libros que soñábamos publicar juntos, cada pequeña crítica, o satisfacción personal que compartes conmigo. Sigues tan cerca y a la vez tan lejos…”Ese es el gran dolor de la muerte, siempre juntos, siempre separados” (“MI VIDA SIN TI” H.D.CRUZ)
¿Cómo explicar lo que no se toca, no se ve, no se acaricia…pero se siente, te impele, te desborda, y te colma de fuerzas, que ni siquiera pensabas que podían mover tu corazón y llenar tu alma?
¿Cómo explicar, que aquello que te mata lentamente, te da a la vez la energía imparable para seguir un día tras otro? Que esos golpes de alas, te impulsan a luchar con más garra, con esa desesperación del dolor más inhumano, que conviertes en fuerza extraordinaria, que ni siquiera sabes de dónde procede, pero que la sientes tuya cuando te inunda.
Esta tarde volveré a sentirte en la presentación que caprichosamente ha caído en tu día, en el que pensaba pasar a solas, dolorida y medio muerta de melancolía por todo lo que hemos perdido, pero que te has empeñado en convertir en un momento para los dos…TE SENTIRÉ, Y TÚ, ME SENTIRÁS A MI.
Porque los que te amamos, lo haremos por siempre.

Te quiere, mamá.

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